PELEASTE POR MI CORAZÓN



Anotando el último nombre del guerrero caído, cerró él su diario y decepcionado comenzó a mirar el sendero donde todos los hombres habían fallado, sus ojos encharcados de lágrimas; su voz quebrantada, aquella voz de autoridad sólo quedó a un lado y de la nada nace un lloro de dolor. Nuevamente volvió a quedar solo y el panorama era aterrador, guerreros no solo mutilados sino también incinerados, familiares llorando a los suyos por doquier y ninguna esperanza para ellos, pareciera que nunca hubieran peleado o nunca hubieran entendido el “¿por qué?” de la guerra. El adversario se sintió una vez más ganador pues toda su artillería había prevalecido guerra tras guerra, época tras época, nunca se dieron por vencidos. Su plan macabro parecía ahora tener dictadura en la tierra, lugar que conquistaron a causa de la debilidad del ejercito contrario.

Ambos ejércitos peleaban desde el principio, sus líderes usaban la voz como arma, de hecho había una voz que era la más fuerte, la más dulce, la más completa, la más verdadera, la voz del que se considera dueño de todo lo que existe, ésta voz con solo hablar disipa los fracasos y temores pero no obliga a pelear, te impulsa con un fuego en el corazón, te muestra lo imposible posible; pero sus guerreros, hombres sujetos a pasiones, tentados en toda manera, incapaces de conocer el futuro; unos obedientes y otros rebeldes pues se trataba del carácter que había en cada corazón. Sin embargo, todos estos  hombres se atrevieron hacer parte del ejército que luchó por miles de años.

La voz del adversario era menos fuerte, intentaba seducir hasta lograrlo con la mentira, esta voz no era dueño de nada, ni siquiera de él mismo, pero tenía la habilidad de que otros traicionaran a la voz más fuerte, así lo logró juntamente con una aliada que le contaba los días a todos los hombres en la tierra, esta aliada se llama “fin de días”. Ambos lideraban la oscuridad, y se encargaban de cegar y cautivar a los que lograban reclutar y cazar.

La maquinación era el lienzo donde la voz menor pintaba sus paisajes sin inspiración, pues su apellido era envidia; siempre trató de imitar todos los destellos de amor que la voz mayor hacía a favor de su creación. Antes no había necesidad de formar un ejército preparado para la guerra, vivían felices e inocentes de todo mal. Todo acabó cuando un cuadro sin inspiración, lleno de mentiras llegó a las manos de la obra más linda que había en la tierra, la debilidad fue el sello que firmó el inicio de la guerra.


Luego de mirar el sendero donde habían cuerpos sin vidas de guerreros que permanecieron hasta lo último, de aquellos que abandonaron la guerra y por huir murieron siendo engañados; y luego de ver a su alrededor a gente inocente siendo afligida, se sentó en su trono y decidió no disponer la guerra en manos de los hombres; calló por 4 siglos pero no antes dejando una palabra de garantía en la mesa de negocio, “yo mismo iré y pelearé”.
Lo que fue creado por su voz, un día dieron voces de alegría porque algo sucedería, por primera vez iba a ocurrir algo extraordinario en lo que se conoce de existencia.

Un guerrero semejante a los demás, un guerrero con la convicción de ganar para siempre, se puso la armadura de la debilidad, la humildad fue el pincelazo que bajó y dio color a los que vivían en duelo y aflicción, este guerrero cabalgó en un pollino y su gente no podía creer  que lo hiciera de tal forma. Lo acompañaron 12 hombres con espíritu de guerreros, les enseñó cómo prepararse para cuando él no estuviera, aprendió a vivir como los hombres, su voz nunca desapareció, la creación le reconoció, calló y calmó, la misma tierra se desplegó como una alfombra roja muy larga que conducía a una montaña, un beso en la mejilla fue la señal para lo que deseaba el guerrero, unas monedas a cambio de unos latigazos y un ladrón a cambio del que amaba el corazón del hombre.

Una madera de un árbol fue la especial para abrir sus brazos, unos espinos para burla; pero quiero que sepan que Él es rey arriba, abajo y en todo. Unos clavos para detenerlo, pero Él eligió ser un guerrero (siervo), Él eligió venir para amarnos, y eligió la muerte para que viviéramos. Él ganó la guerra, peleó por tu corazón; murió, pero cuando abrió su boca inmediatamente la vida y la ciencia su voz siguieron, no hubo poder más fuerte que su voz, la muerte tuvo que humillarse y reconocer que este guerrero no era mortal, este guerrero dijo: "muerte yo seré tu muerte", y fue así; al tercer día resucitó y tomó un cuadro y pintó su corazón a través del Sacrificio. 

El amor que siente Dios por el corazón del hombre no se puede expresar; solo sé decir, que ni el adversario ni su aliada tienen parte en el corazón de los guerreros.

En cuanto a mí, hoy me toca reconocer que si queda mucho por expresar… Un billón de veces te agradeceré, porque peleaste por mi corazón.

-Andrés Bonza.
Edición “So I will” (Yo También) – Hillsong Worship.


Comentarios

  1. No hay palabras para agradecerle al mejor guerrero" Jesucristo"🙏

    El conquistó mi corazón
    Solo puedo decirle gracias por peliar mi batalla .
    Atte: Mary Berdugo

    bendiga tu vida Andrés.

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