MI CORBATA ES UNA BROCHA
“Dormí
y soñé que la vida era alegría. Desperté y vi que la vida era servicio. Actué y
he aquí que el servicio es alegría”. – Rabindranath Tagore.
Entender esta frase es comprender que
todo en esta vida tiene implícito un acto de servicio. Quieras tú reconocerlo o
ignorarlo es respetable, pero nunca dejará de ser un principio correcto; es más
nunca fue terrenal este verás pensamiento, siempre fue divino.
Un hombre nacido en Belén, criado en
Nazareth, de donde era imposible que saliera algo bueno, salió lo mejor. Salió
un humilde carpintero, que su aroma de servicio se impregnaba en las demás
personas del pueblo. Justamente entendiendo y enseñando que la vida aunque no
sea la que tú quieras, y pretendas posicionarte en lo que ha alcanzado otro,
cuando sirves con alegría a tu comunidad eso es posicionarte en el deseo de tu
mejor vida. No hay otro sentido de vida que aquel que ha servido y se goza en
el servicio.
Jesús vivió humildemente no para que le
tuvieran lastima, sino para enseñarnos que en la humildad hay gracia abundante,
y para que el ser humano pudiera reconocer
sus habilidades, cualidades y capacidades, y aprovecharlas para obrar
en bien de los demás, sin decirlo.
Yo te invito a que
puedas mirarte en un espejo y te digas a ti mismo todos esos buenos caracteres
que de ti pueden salir y se pueden notar. ¿Que aporte generacional puede causar
al mundo? O está bien, más fácil ¿Qué tanto estás aportando con ellos
silenciosamente? Tú no puedes responder aquí en este artículo, pero yo sí. Por
tal motivo: MI CORBATA ES UNA BROCHA.
Me puedo estar
dirigiendo a un grupo de personas excluidas como lo fueron los famosos
discípulos, o bien puedo hablarte a ti, como representante de Cristo aquí en la
tierra… Pensándolo bien, sí, te hablo a ti. Iglesia.
Tu precio es muy
costoso, y a veces no valoramos lo costoso ¿Sabes por qué? Porque a veces lo
costoso no nos ha costado a nosotros, sino bien, nos lo han regalado. Y puede
que hayas comenzado cuidando de eso valioso, pero luego entra el conformismo y
después el desinterés. Ojo, sólo dije: a veces. La iglesia no son las cuatro
paredes, eres tú, y aunque sabiendo esto te darás cuenta de que aquellos
caracteres que te viste en el espejo son buenos, al Señor no les impresiona ni
mucho menos te ha escogido por eso. Yo creo en el llamado, y creo en los
procesos. Pero somos nosotros que con humildad aprendemos a vivir en obediencia
a Dios, servir con alegría a los demás, dar la mejor actitud, es decir
entendiendo nuestro valor, entendiendo lo que somos.
El ser de verdad
importante para Dios es cuestión del espíritu y del corazón. ¿Por qué lo digo?
Porque sencillamente sin exteriorizar, sin presumir y sin alardear; se ve en la
persona que expresa su fe y amor a Cristo con humildad sincera, el deseo
ferviente de servir a Dios y a los hombres, y la buena voluntad de quien la
considera al menos importante en el reino de Dios.
Jesús dijo: —Si
alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de
todos (Marcos 9:35). Y es aquí donde a veces se nos olvida el costo. “MI
CORBATA ES UNA BROCHA” no es más que el profundo significado de estas palabras
de Jesús. La palabra servicio adopta dos significados opuestos en la Biblia,
según elija la sumisión del hombre a Dios o la sujeción del hombre por el
hombre bajo la forma de esclavitud. La historia de la salvación enseña que la
liberación del hombre depende de su sumisión a Dios y que “servir a Dios es
reinar”. Desde muy pequeños los que pudimos estar en las escuelas
dominicales fuimos instruidos que servir a Dios es un honor para el pueblo con
el que Él ha hecho pacto
(Juan 12: 26).
La grandeza del
servicio cristiano consiste en esto: que dejamos de ser esclavos del pecado,
para ser esclavos por amor. Eso significa ser siervo. Si siempre te ha gustado
que te llamen siervo o tú llames a otros: siervos, pues precisamente estamos
hablando de llamarnos esclavos. Y es que esencialmente los servidores de Cristo
somos:
· Los servidores de la palabra (Hechos 6: 4).
· los que anunciamos el evangelio cumpliendo así un
servicio sagrado (Romanos 15: 16); (Colosenses 1: 23); (Filipenses 2: 22).
· Los que con toda humildad, y si es preciso en lágrimas
y en medio de las pruebas seguimos sirviendo (Hechos 20: 19).
· Los que pierden todo para ganar a El todo (Filipenses3:8).
El servicio a Dios es
grandioso, y marca nuestras vidas de por vida. Sin embargo el Servicio a los
hombres es hermoso. Jesús demostró su espíritu de servicio sin importar que
dijeran de Él, al contrario instruyó a sus discípulos tanto así que los enamoró
del Servicio. Ellos no tenían corbatas, ni trajes; no buscaban pulpitos para
hablar, tampoco se interesaban en ser servidos, porque hubo uno que a través de
ese amor que demostró sirvió primero, enseñó y corrigió el curso de las
cosas, porque ni aun el Hijo del
hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate
por muchos (Marcos 10:45). lo
que no es normal para el hombre si lo es para Dios. Y aquí agradamos a Dios.
Líderes, hay un precio
que nos toca pagar, porque podemos ser cristianos, podemos vestir bien, pero no
quiere decir que siempre nos encontremos bien. El que va liderando también se
cansa, pero mi consejo es: seamos siempre sinceros, humildes y obedientes;
porque la obediencia exterior sin un deseo profundo de servir a Dios es
hipocresía. Toma descanso en el Señor, es Él quien nos atribuye nuevas fuerzas.
Sirve a Dios con un comportamiento ejemplar de todo cristiano, con amor, con gozo
y con paz. Sirve a la iglesia hasta desgastarte, con paciencia, con suavidad y
con bondad. Sirve sabiendo que todo lo que hagas con excelencia para Dios es
contado como adoración, desarrolla tu servicio con mucha fe, con humildad y
dominio propio. Y si alguien tiene de que reprocharte pues, que lo haga, pero
asegúrate que tu servicio siga siendo genuino.
Mis hermanos siempre diré que servir a
Dios es un honor, nunca pretendamos servir de apariencia, ni mucho menos servir
por cargo. Sirvamos a Dios y a los hombres con alegría. MI CORBATA ES UNA
BROCHA porque quiero dar a entender que por mucho líder que seas nunca se te
olvide que sigues siendo un esclavo (siervo), alguien dependiente, uno que está
sometido a una voluntad superior; y recordarte que no es tu ministerio, ni tus
dones quienes te han llevado a donde estas, porque esto no es del que corra
sino del que Él tenga misericordia. Es su gracia la que te salvó, es su gracia
la que te lleva. Sirvamos a Dios con corbata está bien, pero sirvamos a Dios
también con una brocha en la mano. Ningún trabajo en el Señor es en vano,
ningún servicio al Señor llega a estar escalafonado; un pulpito puede exhibirte
ante muchos, pero una brocha en tu mano no te exhibe ante nadie, solo ante uno
que si conoce el deseo profundo de tu servicio.
Lo que trato de decirte es que a pesar
de las experiencias y momentos únicos junto a muchos testigos tu servicio será
ejemplar, pero cuando “servimos en esas áreas donde quizás hemos llegado a
pensar que no son para nosotros”, que “esa clase de labor corresponde a alguien
que quizás no tenga el ministerio o los dones que tienes tú”, que “la brocha y
la pintura solo le corresponde al que está siempre en la puerta” déjame decirte
que ahí también tu servicio será ejemplar. Un día pude comprenderlo y bastó
para entender que si no vivo para servir no sirvo para vivir.
Por eso, mis queridos hermanos, manténganse firmes, y nunca
dejen de trabajar más y más por el Señor Jesús. Y sepan que nada de lo que
hacen para Dios es inútil. 1 Corintios 15: 58.
Aunque tengas una corbata en tu cuello
no olvides que también tienes una brocha en tu pecho. Aquí en el reino de Dios
si alguien quiere ser el primero debe tomar el último lugar
y ser el sirviente de todos los demás
Tu ministerio aunque sea con corbata también es con brocha. No te preocupes que esto continuará… Dios te bendiga.
-Andrés Bonza.
✨🌹 Amén.
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