A VECES ES NECESARIO VOLVER A DONDE ESTABAS BIEN
“Todos los días Dios nos da un momento en que es
posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El momento en que un sí o un no
pueden cambiar toda nuestra existencia” –Paulo Cohelo.
Te has preguntado, ¿Cómo tener un buen destino? el destino
depende de la experiencia que tengas al momento de guiar correctamente todas las
acciones y decisiones establecidas en tus convicciones y principios. Sabes, una
vez aprendí que por mucho que pasen las cosas en la vida del ser humano nunca
debemos de olvidar que elegimos nuestras bendiciones y fracasos mucho antes de
experimentarlas; sencillo, porque tanto las bendiciones como los fracasos son
resultados, no son operaciones, y esta sí la elegimos. Tenemos que ser consecuentes
en nuestras decisiones ya que determinaran
a corto, mediano o largo plazo nuestra conducta, nuestro carácter y nuestro
destino.
Es cierto, hay
muchos factores que entran a jugar a la hora de tomar una decisión y es ahí
donde a veces nos equivocamos haciendo la ecuación y generamos resultados nulos,
erróneos y nada satisfactorios para lo que un día habíamos planeado. “En la vida no cometemos errores, solo tomamos decisiones equivocadas”
Desde que te levantas hasta
que acuestas son muchas las oportunidades que llegan a diario en tu vida, por
lo tanto también serían muchas las decisiones que tengas que tomar.
En la vida
cristiana a veces olvidamos dos palabras muy fundamentales para sentirnos bien,
fe y voluntad. Si Abraham nunca cree (fe) la historia que conocemos en la
biblia no hubiera sido la misma, Abraham (padre de multitudes) hubiera seguido
siendo Abram (padre enaltecido) y nunca pero nunca se hubiera entregado la
promesa de la descendencia.
La voluntad de
Dios y la voluntad del hombre son totalmente diferentes, (Isaías 55. 8-9)
enseña que los pensamientos de Dios son incomparables con el pensamiento circunstancial
y carnal del hombre; tanto así que Dios es omnisciente (lo sabe todo), habita
en lo inaccesible, es dueño de la sabiduría, y siempre busca el bien para el
justo; por eso vemos que al pueblo de Israel por medio de los lideres,
sacerdotes, reyes y profetas advertía y
direccionaba hacia el buen camino.
Su voluntad costó
ser entendida en la tierra y cuando ésta llegaba a ser entendida por un justo o
alguien en el cual hallaba gracia era mostrada al pueblo, pero la concupiscencia
del resto de hombres los llevaba a ser ignorantes e incrédulos tomando ellos
sus propias decisiones y llevándolos por el mal camino; (Génesis 7. 1) 21) (1Pedro 3. 20) en estas citas te muestro lo que explicaba anteriormente, en los tiempos
de Noé la maldad sobre pasó el limité, la concupiscencia del hombre desbordaba
la naturaleza haciendo aproximación a la ignorancia e incredulidad de lo que
Noé haría después. La decisión que tomó Noé le salvó la vida de él y la de su
familia, aceptó creer y ser direccionado bajo la voluntad de Dios (hebreos 11.7).
La
realidad del hombre en este siglo está basada mayormente en la necesidad de
sentirse a gusto consigo mismo, es ahí donde todo comienza a tener sentido. Por
ejemplo Abram y Sarai tomaron una decisión no correcta, que trajo consigo mismo
una consecuencia que le costó muchas guerras al pueblo de Israel hasta este
tiempo (Génesis 16. 1-4).
Ahora, ¿Cuántos tomamos
malas decisiones alguna vez?
¡Todos!, La biblia no esconde las malas decisiones de muchos de sus
personajes.
·
Caín mató a su hermano Abel como consecuencia
de maldad en su corazón. (Génesis 4. 8)
·
La mujer de Lot tomó la peor decisión de su
vida, cuando volteó la mirada hacia Sodoma. (Génesis 19. 26)
·
Esaú tomo una mala decisión al vender su primogenitura.
(Génesis 25. 31-34)
·
Aarón se equivocó cuando tomó la decisión
presionado por el pueblo para levantar un becerro de oro. (Éxodo 32. 2-6)
·
Sansón se equivocó al tomar la
decisión de jugar con la unción que tenía, mientras coqueteaba con el pecado.(Jueces16)
·
Elí se equivocó al ser un
padre alcahueta dejando que sus hijos profanaran lo santo cometiendo toda clase
de inmundicias. (1 Samuel 2. 12-36)
·
David se equivocó, mintió,
maquinó, mató y fue expuesto a una familia desagradable. (2 Samuel 11)
·
Salomón tipifica al hombre que
empieza bien y termina mal por decisiones equivocadas. (1 Reyes 11)
·
Jonás se equivocó cuando tomo
el barco a tarsis. (Jonás 1. 3)
·
Pedro se equivocó cuando
decidió olvidar a Jesús y volver su viejo oficio. (San Juan 21. 3)
·
Ananías y Safira se
equivocaron cuando pretendieron engañar a Dios y a la iglesia. (Hechos 5. 1-11)
·
Agripa se equivocó al no tomar
la decisión de aceptar al señor por cuestiones políticas. (Hechos 26)
Hey créeme que
no son hombres perfectos como pensaste que eran, no, ellos también se
equivocaron y lo que hicieron mal, lo hicieron bajo su voluntad (pensamiento),
nadie lo hizo sabiendo que fracasarían, inclusive en sus pensamientos radicaron
su voluntad creyendo que era aprobada por Dios.
Hay decisiones
que tomamos que nos alejan de Dios y no nos damos cuenta, o nos alejamos del propósito
de él y quizás nos alejamos de lo que un día empezamos y como no vimos
resultado dejamos de intentar porque nuestros pensamientos han arruinado el
destino soñado, escogemos la peor parte pensando que hay un puesto o una zona VIP reservada para ti afuera de Dios, y
duele aún más darte cuenta que estabas lográndolo, estabas edificando, estabas llegando
a cumplir algunos sueños, estabas en el camino verdadero, estabas proyectado a
grades cosas por medio del ministerio que Dios había entregado a ti, sé que es
sentirse así, por eso te hablo directo.
A veces es necesario volver a donde
estabas bien porque aún hay palabra de Dios para ti, aún el mejor vino está en
su esplendor, aún el sigue contando contigo; créeme que si así no lo fuera no
estarías leyendo esto. Joven el fracaso que obtuviste como resultado no es
considerado como el absoluto término de la operación, al contrario ten este
borrador, lápiz y sacapuntas, porque debes volver a empezar, debes borrar lo
que está mal en tu vida, debes examinarte, debes considerar lo que Dios ha
demandado a tu vida y de vuelta a su voluntad establecer el carácter que él
quiere que tengas.
A veces es
necesario volver a donde estabas bien para replantear términos y hacer bien la
operación que te dará éxito en tu destino, recuerda que somos nosotros mismos
los que indirectamente elegimos nuestras bendiciones
y fracasos, alégrate
ahora que eres joven. Déjate llevar por lo que tus ojos ven y por lo que tu
corazón desea, pero no olvides que un día Dios te llamará a cuentas por todo lo
que hagas. Deja de preocuparte, pero apártate de la maldad. Ten
presente que ni los mejores días de tu juventud tienen sentido alguno.
No esperes a estar mal del todo para volver a estar donde
estabas bien, es hora de ver como decidimos y como esperamos bajo la voluntad
de Dios. Consejo gratis, vuelve a empezar las veces necesarias hasta que
comprendas cual es el verdadero significado de tu propósito en Dios.
-Andrés Bonza
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