NO ES COMO SE VE

Dejando su vara en el suelo, Aarón se hizo a un costado y empezó a ocurrir algo extraordinario ante los ojos de aquellas personas, la vara se convirtió en serpiente; inmediatamente fueron avisados unos hechiceros para realizar sus artes secretas, Cada uno de ellos arrojó su vara al suelo, y cada vara se convirtió en una serpiente. Sin embargo, la vara de Aarón se tragó las varas de todos ellos. Pero el corazón de aquel faraón engreído  había sido endurecido, pues Dios quería enseñar  su poder en cosas simples como estas.  No era lo que se veía al momento de llegar dos varones de Dios a la presencia de faraón, pues en esto se basa el poder del Señor.

Hay cosas que nos cuesta entender  y parecen locura  a nuestra lógica humana, por ejemplo leer que un mar fue dividido en dos (mar rojo) en donde su anchura es de 355 kilómetros y a pesar de su estrechez en su punto más hondo registra unos 2,211-3,000 metros por debajo del nivel del mar, ¿Cuántos días crees que duraron atravesando esto? Y no solo piensa en el trayecto, sino también el tiempo  que duraron las aguas divididas y lo inmenso que tuvo que haberse visto eso. Conocer completamente a Dios sería difícil. El patriarca Job acerca de esto expresa  que Dios es tan grande que no le conocemos (Job 36. 26); tanto para mí como el autor de este articulo y como para ti el lector de este mismo, nos cuesta también conocerle completamente. Solo  ha mostrado su gloria a través de destellos que nos permiten testificar a favor de él.

Ahora, cuando el apóstol Pablo escribe con seguridad en esa carta que el reino de Dios no es cuestión de palabras, si no en poder, está dando testimonio de algo que no se ve a simple vista, de algo que es más profundo, de algo que es totalmente vivo y lleno de virtud. Dios en su maravilloso y excelente plan de salvación no estimó su linaje, sino que ante los ojos del mundo, de los espectadores que veían a una mujer dando a luz a una criatura ya operaba un poder divino,  para sus ojos era un bebe judío más, pero para la profecía era Dios manifestado en carne (Isaías 9. 6).

Surge dos preguntas en una  ¿cómo y por qué hace Dios todo esto?

Elías ya había contemplado antes maravillas: cuervos que le llevaron comida dos veces al día a su escondite, dos recipientes cuyo contenido de harina y aceite no se agotó durante una larga hambruna e incluso fuego que cayó del cielo en respuesta a su oración (1 Reyes 17) 18). Con todo, nunca había visto nada semejante.

De manera que aquellos acontecimientos que vivió Elías tenían algo en común: eran demostraciones del enorme poder de Dios. Cierto no es preciso ser testigo de un milagro para comprender que él posee esta cualidad, pues es claramente manifiesta. La misma palabra del Señor nos indica que la creación da prueba de su “poder sempiterno y Divinidad” (Romanos1. 20). Sin embargo, en el mundo actual son pocos quienes disciernen este atributo de Dios, y muchos menos quienes  saben con exactitud en qué consiste porque no es como se ve. Si logramos entenderlo, tendremos múltiples razones para acercarnos a él.

Hay algo que se debe dejar claro y sin razón para debatir y es que Dios es inigualable en potencia, por lo tanto Jeremías 10. 6 menciona que el nombre de Dios es grande en poder, sí observamos el profeta jeremías relaciona el poderío con el nombre Jehová, es entendible aún no había sido revelado el verdadero nombre, pero hay algo que debemos recordar, a moisés le dijo ‘YO SOY EL QUE SOY’ y a muchos de los hombres del antiguo testamento al parecer significó el nombre de Jehová “Él Hace que Llegue a Ser” (esto lo digo por los distintos títulos que los hombres le dieron,  JEHOVÁ JIREH, MEKADDESH, NISSI,RAFA, ROHI, SHALOM, entre otros).

Por lo tanto su poder le permite crear lo que él desea y llegar a ser lo que él decida; en efecto, su capacidad de actuar, de realizar su voluntad, es infinita y constituye uno de sus atributos esenciales. Con este orden de ideas; aquel niño que nació en belén se le dio un nombre con poder, un nombre sobre todo nombre, JESÚS, su significado es salvación y solo la salvación viene por parte de Dios (Oseas 13. 4), de manera que Dios se hizo carne, porque esto no es cuestión de palabras sino de poder.

Sabes, tal vez para muchos  lo que veían era a un grupo de hombres ebrios, llenos de mosto, otros simplemente veían un grupo de hombres dedicados a caminar por toda Jerusalen, quizás ese paralitico solo veía la oportunidad de conseguir una limosna, para Saulo solo veía a un hombre que estaba siendo apedreado, para ese soldado que vigilaba la cárcel solo veía la muerte como salida, quizás aquel hombre solo veía su muerte en aquella isla. 

Lo que no veían era que en aquel grupo de hombres estaba cayendo la promesa del Espíritu Santo, lo que no veían eran un grupo de hombres llevando el evangelio por todo la ciudad, lo que no esperaba ver ese paralitico era el milagro de Sanidad que Dios haría por medio de Pedro y Juan, lo que no vio Saulo fue que había sido elegido para seguir predicando la verdad por la cual esteban fue apedreado, lo que no esperaba ver aquel soldado era que por medio de aquellos hombres que Habían sido encarcelados por predicar el evangelio (A. Pablo y Silas) llegaría la salvación para él y su familia, lo que no esperaba ver Juan era ser el escritor del libro de las revelaciones.

Hoy en día tú y yo tenemos algo que no se ve pero se siente con gran poder cuando estremece nuestras vidas, cuando hacemos uso de esa promesa (San Marcos16. 17-18) nos hacemos más testigos del poder de Dios, así por muy limitados que seamos humanamente a Dios le place efectuar ese poder en nuestras vidas, por eso el Apóstol Pablo a través de su carta a los Romanos nos recuerda también que el evangelio no es solamente palabras sino que es Poder de Dios para salvación (Romanos 1. 16-17) tanto así que el señor nos dejó una misión no con una vara, ni  con Aarón como ayuda,  sino que nos dejó testimonio por medio de la palabra y una iglesia como ayuda para rescatar a los perdidos, reconciliar al enemigo con el poder del evangelio (2 Corintios 5. 19)  

- Andrés Bonza.